El gobierno de Santiago Peña, presidente de Paraguay, quiere aprovechar el escenario adverso que tiene Bolivia en materia de hidrocarburos para hacer negocios con los dos principales socios del país en el tema del gas: Argentina y Brasil.
Un artículo publicado en el medio La Política Online revela todas las negociaciones que han emprendido desde Paraguay para que Brasil y Argentina opten por usar territorio paraguayo para llevar gas desde el yacimiento argentino de Vaca Muerta a territorio brasileño, en vez de usar el gasoducto que está en territorio boliviano y que era una de las opciones que plantean autoridades argentinas y brasileñas.
Según el citado medio, el Ministerio brasileño de Minas y Energía, en colaboración con el gobierno paraguayo, está evaluando la opción de construir un nuevo gasoducto que atraviese territorio paraguayo, dejando de lado la opción boliviana.
“Paraguay quiere aprovechar la debilidad de Bolivia y el interés de Brasil en el gas argentino”, señalaron autoridades de Paraguay a La Política Online.
Este gasoducto, denominado Norandino, comenzaría en Salta, Argentina, atravesaría Paraguay y se conectaría con el Gasbol en Brasil, aprovechando eficazmente la infraestructura existente y minimizando las dificultades ambientales y geográficas. Además de Brasil, el gobierno paraguayo ya sostuvo reuniones con autoridades del Gobierno de Javier Milei.
Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía de Paraguay, explicó que el trayecto del futuro gasoducto abarcaría aproximadamente 110 kilómetros en Argentina, 520 kilómetros a lo largo de la ruta bioceánica en construcción, y finalmente 410 kilómetros en Brasil. Este ambicioso proyecto busca optimizar la distribución del gas de Vaca Muerta, con Argentina como productor y Brasil como principal consumidor.
La preocupación por el agotamiento de las reservas gasíferas en Bolivia ha aumentado el atractivo del proyecto paraguayo-brasileño.
Según Bejarano, Bolivia enfrenta una disminución de sus reservas certificadas, lo que podría favorecer un trazado más corto y económico a través de Paraguay. Además, el proyecto podría beneficiar a Paraguay al abrir la posibilidad de exportar gas natural del Chaco paraguayo en el futuro.
Las empresas involucradas, como el Grupo Techint, Pluspetrol y Zeus Energy, están evaluando el potencial del proyecto y su viabilidad económica. Aunque aún no se ha determinado el volumen exacto de las reservas en el Chaco paraguayo, existe un optimismo cauteloso sobre su contribución al proyecto.