
Los fiscales especializados ahora investigan el posible ocultamiento o adulteración de los documentos requisados durante la primera intervención en la escena del crimen. La Policía había descartado un vuelo sospechoso, ahora vuelve sobre esa evidencia
La investigación que lleva adelante la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y la Fiscalía para esclarecer el asesinato del capitán José Carlos Aldunate, miembro del cuerpo de seguridad del Viceministerio de Régimen Interior, tomó ayer un nuevo rumbo. La Fiscalía ejecutó tres allanamientos, dos de ellos en el aeropuerto El Trompillo, desde donde salió una avioneta el 19 de febrero, el día del crimen, con un plan de vuelo que no se cumplió.
De este modo, fiscales y agentes de la Policía buscaron evidencias y documentos en instalaciones de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y en el hangar donde la aeronave sospechosa recibía mantenimiento. También hubo operativos en una residencia privada.
Además, en el contexto de las indagaciones se relevó del cargo al jefe del Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI), quien había asumido la responsabilidad técnica de resolver este caso que fue calificado por el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, como “un ataque al Estado” del crimen organizado, mientras que la Fiscalía sostuvo que todo fue debidamente planificado.
El capitán Aldunate fue asesinado el 19 de febrero, cuando dos sicarios lo interceptaron y le dispararon mientras salía del garaje de su vivienda en el barrio Cordecruz, ubicado entre el cuarto y quinto anillo de la avenida Beni.
El oficial vivía en ese inmueble con su esposa, quien también es capitán de la Policía, su hija menor y otros familiares. La Fiscalía ya ejecutó una requisa en esa casa el martes, a cinco días del ataque armado al oficial.