El tranquilo ambiente matutino en el centro de la capital cruceña se vio repentinamente interrumpido por un acto de violencia despiadado. La víctima, una encargada de una casa de cambios, se encontraba realizando sus labores cotidianas en el negocio ubicado en la calle Velasco. Sin embargo, la rutina se vio bruscamente alterada cuando dos individuos, armados y con intenciones malignas, irrumpieron en el lugar.
Las cámaras de seguridad registraron el momento preciso en que la funcionaria llegaba a la casa de cambios, llevando consigo una mochila que guardaba el dinero de la transacción del día. De repente, uno de los delincuentes, armado y con determinación en sus acciones, se acerca a ella y la intimida, exigiendo el contenido de la mochila. Ante la amenaza evidente, la víctima, conmocionada y aturdida, se ve obligada a entregar el dinero.
Mientras tanto, un segundo individuo, cómplice del primero, aguardaba en las inmediaciones del lugar montado en una motocicleta, listo para facilitar la fuga de los delincuentes una vez consumado el atraco. Con el botín en su poder, los asaltantes no dudaron en emprender la huida a toda velocidad, dejando tras de sí una estela de miedo y angustia.
Los testigos presenciales relatan cómo la trabajadora, tras el traumático suceso, comenzó a gritar en busca de ayuda, pero lamentablemente los criminales ya se encontraban lejos, escapando con el valioso botín. Ante la gravedad de lo ocurrido, la víctima se vio en la necesidad de acudir a las dependencias policiales para presentar la denuncia correspondiente y proporcionar detalles cruciales sobre el asalto.
Aunque los detalles exactos del monto robado no han sido oficialmente confirmados, se estima que la suma sustraída por los delincuentes asciende al millón de bolivianos, una cantidad considerable que representa no solo una pérdida económica para el negocio, sino también un golpe devastador para la seguridad y la tranquilidad de la comunidad en general.