![whatsapp-image-2025-02-12-at-12.56.46](https://dialogolarededucativa.org/wp-content/uploads/2025/02/whatsapp-image-2025-02-12-at-12.56.46-1024x785.jpg)
El alcalde Héctor Cartagena cuestionó a las autoridades electorales por no tomar en cuenta la importancia de la festividad a la hora de proyectar el calendario.
Autoridades y representantes de la sociedad civil de Quillacollo han solicitado al Tribunal Supremo Electoral (TSE) postergar la fecha de las elecciones generales hasta el 24 de agosto. El pedido surge debido a la coincidencia del calendario electoral con la festividad de la Virgen de Urkupiña, una de las celebraciones religiosas y culturales más importantes de Bolivia.
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, anunció el 23 de enero que los comicios se realizarían el 17 de agosto, una fecha que calificó de «inamovible», debido a los plazos establecidos en el proceso electoral. Sin embargo, las autoridades de Quillacollo argumentan que la festividad de Urkupiña se extiende del 13 al 16 de agosto, con peregrinaciones y actividades que generan un movimiento masivo de personas, lo que podría afectar la organización y participación en los comicios.
Como están previstas las elecciones para el 17, en el país habrán disposiciones como el auto de buen gobierno, que impiden celebraciones de concurrencia masiva y traslado de personas entre 24 y 48 horas antes del verificativo.
Ante este este escenario, el sacerdote Juan Carlos Molina, representante del Comité Internacional para la Fiesta de la Virgen de Urkupiña, manifestó su preocupación:
«Hemos escuchado el informe técnico del órgano electoral y nos han expuesto con claridad los plazos y fechas programadas. A su vez, expusimos nuestras preocupaciones sobre la festividad de la Virgen de Urkupiña, que este año coincide con las elecciones nacionales. Esperamos que la Sala Plena del TSE tome una decisión definitiva al respecto. Mientras no tengamos una respuesta, no podemos adelantar ninguna programación definitiva para la festividad», afirmó Molina.
Por su parte, el alcalde de Quillacollo, Héctor Cartagena, cuestionó que el TSE no haya considerado la magnitud de la festividad en la programación electoral.
«No estamos cuestionando el calendario electoral en sí, pero sí el hecho de que no se haya tomado en cuenta la fiesta de Urkupiña, que es la más grande de Bolivia en el ámbito religioso y cultural. Esta festividad está reconocida como patrimonio cultural del país y actualmente se gestiona su declaración como patrimonio inmaterial de la humanidad ante la Unesco», explicó Cartagena.
El alcalde también resaltó el impacto económico de la festividad, que genera más de 70 millones de bolivianos en sectores como hotelería, gastronomía y transporte. «En un contexto de crisis económica, no podemos ignorar la importancia de esta reactivación», señaló.
En caso de que el TSE rechace la solicitud, las autoridades locales evaluarían alternativas, incluyendo posibles ajustes en el calendario de la festividad. Cartagena concluyó que esperan una respuesta pronta del órgano electoral y que confían en que se priorice el diálogo y la concertación para encontrar una solución viable para ambas partes.