El BCB comunicó que el levantamiento de esta prohibición responde a la política de modernización que lleva adelante e incluye, no solo a las criptomonedas, sino a otro tipo de activos digitales, los cuales podrán ser comprados y vendidos directamente por el público
Comentarios como: “ahora sí voy a poder invertir sin problemas”, “es una gran oportunidad para hacer que mi dinero trabaje para mí”, pero también “perdí mucho dinero, no lo recomiendo”, inundaron las redes sociales en los pasados días, luego de que el Banco Central de Bolivia (BCB) levantara, mediante una Resolución de Directorio, la prohibición del uso de criptoactivos, decretada a finales de 2020, la cual dificultaba, más no impedía, la inversión en estos valores digitales.
El BCB comunicó que el levantamiento de esta prohibición responde a la política de modernización que lleva adelante e incluye, no solo a las criptomonedas, sino a otro tipo de activos digitales, los cuales podrán ser comprados y vendidos directamente por el público.
Hasta ese momento, las personas interesadas en la inversión en criptoactivos debían seguir un procedimiento más o menos engorroso para acceder a las plataformas de trading, donde se negocian estas monedas digitales.
“Para comprar, tenía que, primero depositar mi dinero en el banco, luego transferirlo a una plataforma como PayPal (pasarela de pago internacional, sin presencia en Bolivia) a través de mi cuenta y desde ahí enviar el dinero a la plataforma. Hasta ahí, simple, lo complicado era retirar mis ganancias y hacerlas llegar a Bolivia”, explica José María Castro, “trader” en criptomonedas.
Para cobrar las ganancias, Castro indica que debía depositarlas en una pasarela de pago, solicitar una tarjeta de crédito prepagada, pedir su envío a Bolivia y recogerla del correo o usar servicios que permiten el cambio y el envío a Bolivia, los cuales no están regulados y presentan una serie de riesgos.
“Más de una vez la tarjeta nunca llegó por correo o la plataforma de cambio me estafó y perdí al menos 500 dólares de esa manera”, comenta el trader.
“Las criptomonedas son unos activos digitales que funciona con un sistema descentralizado que verifica las transacciones y mantiene los registros y hace que su valor sea volátil”, señala Orlando López, economista financiero especializado en gestión de riesgos y docente de la carrera de Ingeniería Económica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
La primera criptomoneda fue el bitcoin, lanzada en 2008 y que cotiza en 62.654,45 dólares. La segunda moneda digital más popular del mercado, ethereum, con un valor se ubica en 3.459,52 dólares. Tether US, otra de las criptos más populares cotiza en 1 dólar.
Por su parte, el cripto BNB tiene un valor de 577,71 dólares, en tanto que el litecoin hace lo propio con 74,92 dólares. Finalmente, el dogecoin, una de las criptomonedas que ha impulsado el propio Elon Musk, tiene un valor de 0,12 dólares.
Volatilidad
La volatilidad de estos activos virtuales tuvo su mayor demostración en mayo del 2022, durante los eventos de lo que se conocería como el «criptocrash» o «criptoinvierno», cuando las principales criptomonedas registraron caídas en su valor de hasta el 60%, haciendo que muchos “exchanges” o plataformas de compra y venta quebraran.
En total, las pérdidas por este periodo de inestabilidad, que se prolongó por varios meses, fueron calculadas en billones de dólares, de acuerdo con la firma de análisis Coinbase.
Sin embargo, en los últimos meses, Bitcoin, ethereum y BNB han mostrado variaciones «controladas», ya que no se han disparado los precios como en ocasiones anteriores, manteniéndose alrededor del 2%.
Un negocio riesgoso
Las cotizaciones tienden a subir y bajar constantemente, haciendo que la inversión en criptomonedas sea un negocio riesgoso, pero atractivo.
“Muchos jóvenes ya están invirtiendo sin necesidad de ir a un curso especializado, ya saben la práctica, lo que les falta conocer son los cuidados y los riesgos (…). Mucha gente está interactuando actualmente, con una aplicación puedes comprar bitcoins, comprar acciones y bonos en el mundo”, indica. López
El especialista explica que este desconocimiento genera una desilusión en las personas que invierten con la esperanza de conseguir resultados de forma rápida: “Estos criptoactivos son inversiones a largo plazo, no es que yo voy a comprar un bitcoin hoy y dentro de un mes ya tengo un 50%, 80% o 100% del retorno. No es así y con esa forma de pensar vienen las desilusiones financieras para muchas personas”, puntualiza.
Muchos de los riesgos vinculados a los criptoactivos tienen que ver con su inestabilidad, pues, así como pueden aumentar su valor de forma abrupta, puede presentar bruscas caídas al día siguiente, sin mencionar los cambios de sitios o el cierre de los mismos.
“Imagínate invertir 50.000 dólares, te apagan el sitio o se van las personas. ¿Cómo recuperas eso? Se necesita una normativa que regule los cuidados necesarios en cuanto a los riesgos cibernéticos y de seguridad de la información (…). Si tú compras un criptoactivo, hoy con 30, mañana podría estar en 60, ¿cuánto ganas? ¿30? Es falso que de un día al otro te vuelvas millonario”, asegura.
Por su parte, la coach en inversión en cripto y marketing digital, Ana Sepúlveda, da tres advertencias a quienes busquen entrar en el mundo de los activos digitales.
“Ahora que es posible invertir desde Bolivia sin trabas, es importante reconocer tres puntos. El primero es Invierte dinero que estés dispuesto a perder: Éste es el mercado más volátil del mundo, si bien es posible ganar mucho dinero en muy poco tiempo, el riesgo de perder nuestras inversiones también es muy alto. Ser rentable significa que las ganancias sean mayores a las pérdidas, pero no significa que sean nulas”, señala la experta.
El segundo punto es “aprende sobre las plataformas y haz tu propia investigación: Si no estás dispuesto a aprender e investigar sobre las plataformas de trading, no entres en este mundo. Nadie te va a estafar, tú no tomaste las medidas correctas e invertiste sin considerar las pérdidas ni investigaste sobre los riesgos inherentes”, expresa.
En tercer lugar, Sepúlveda advierte que ninguna plataforma es 100% segura.
“Es importante que midas los riesgos, se responsable con tus acciones, investiga, evalúa y ten en cuenta que eres 100% responsable de las decisiones que tomas en este mundo”, acota.