Nuevamente los cisterneros que transportan diésel y gasolina desde Argentina y Paraguay hacia Bolivia volvieron a denunciar que suspendieron el carguío y algunos esperan, desde hace más de 10 días, en las mismas condiciones precarias que provocaron la muerte de al menos cuatro conductores bolivianos.
César Mansilla, presidente de la Asociación de Transporte Independiente de Combustible en Cisternas (Astic), en una entrevista informó que, desde Argentina, sus asociados reportaron la suspensión sorpresiva del carguío y el despacho de combustible en las plantas de Campana y Zárate.
Según Mansilla, a pesar que no hubo una información oficial, los funcionarios de las plantas informaron a los más de 400 cisterneros que esperaban, que no se cargaría hasta nuevo aviso. “Esto suele pasar algunas veces y a los dos o tres días se reactiva, pero ayer no han dicho cuándo van a reactivar”, indicó el dirigente.
Agregó que la espera se debe hacer en las mismas condiciones que se denunciaron en abril. “En la Argentina, si bien es cierto que las plantas tienen espacios donde nosotros podríamos esperar para cargar, pero cuando hay este tipo de noticias, los sacan de las plantas y, por ende, tienen que salir a buscar donde ubicarse, porque no hay un garaje. Y ese es el gran riesgo que corren ahorita los compañeros allá, que están a la orilla de las avenidas, en algunos surtidores donde tienen pequeños espacios, pero sin las condiciones mínimas (…)”, lamentó.
Un video difundido en redes sociales, dio cuenta que en Paraguay ocurrió la misma situación de suspensión del carguío, donde más de 500 cisternas y sus conductores esperan en condiciones precarias.
Se conoció que las cisternas que cargan en ese país tienen como destino Santa Cruz y los que cargan en Argentina, se dirigen a Tarija, el sur de Potosí y También a Santa Cruz.