La presidenta de Perú declaró en la Fiscalía, por el ‘caso Rolexgate’, que fueron un préstamo del gobernador regional de Ayacucho
El azar determinó que la hora de la verdad para la presidenta Dina Boluarte haya sido un 5 de abril, el día en que se cumplen 32 años desde que Alberto Fujimori quebrase el orden constitucional con un autogolpe de Estado. Si aquella medida consolidó el objetivo del ingeniero nikkei de perpetuarse en el poder, en el caso de la abogada apurimeña su primera manifestación ante la Fiscalía sobre el origen de sus relojes de alta gama representa uno de sus esfuerzos por sobrevivir en Palacio. Acaso el más significativo: desde la convulsión social, su investidura no corría tanto peligro.
La tarde de este viernes, tras rendir su testimonio durante cinco horas, Boluarte dio una conferencia de prensa donde negó haber incurrido en algún delito. Según ella, su colección de relojes de alta gama, en realidad, fue un préstamo del gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, a quien calificó de amigo y hermano. “Debo reconocer que fue una equivocación haberlos aceptado en calidad de préstamo. El ánimo de querer representar bien a mi país me llevaron a aceptarlos, pero ya los he devuelto. Como no son de mi propiedad, no estaba obligada a declararlos”, afirmó.
Oscorima cobró protagonismo en esta trama en las últimas horas. No solo por su predilección por los Rolex, que ha alardeado en muchas apariciones públicas, sino por una coincidencia de fechas que podría vincularlo con Boluarte. Héctor Banchero Herrera, gerente de la Casa Banchero, importadora autorizada de Rolex en Perú, le brindó a la Fiscalía un registro de sus ventas donde figura Oscorima. Allí se indica con claridad que el 31 de mayo de 2023, el ayacuchano adquirió un Rolex, modelo Datejust 36, con una aleación rosa de 18 quilates y cristal de zafiro. La fecha no es un detalle menor: es el día que Dina Boluarte cumplió 60 años. Como indica el portal de Transparencia, por la tarde Oscorima visitó la Presidencia del Consejo de Ministros. No fueron más de 25 minutos en los que se reunió con el asesor Fritz Köhne Fulchi. Una semana después, el 7 de junio, la Presidenta lució un Rolex de idénticas características en un evento público. ¿Realmente se habrá tratado de un préstamo, como asegura?
El jueves, Oscorima fue citado al Ministerio Público pero no contestó las preguntas de los fiscales. A través de su abogado ha negado haberle regalado un Rolex a Boluarte. Lo cierto es que su región recibió del Estado 100 millones de soles (2,7 millones de dólares) para la construcción de un estadio. Además, el pasado lo delata: en el 2010 le obsequió dos relojes a dos magistrados de la Corte Suprema de Justicia y el Gobernador Regional del Cusco, Werner Salcedo, acaba de confesar que Oscorima le dio dos imitaciones de Rolex y le “prestó” uno original. “Ya fue devuelto semanas atrás. No tengo nada que esconder. Por el contrario, me allano a las investigaciones”, dijo.
Durante su defensa, Boluarte también se refirió a sus joyas, que se calcula sobrepasan los 500 mil dólares, incluida una pulsera Cartier valorada en 56.000 dólares. Nuevamente, lo negó todo y dijo prácticamente que se trataban de baratijas. “¿Dijeron que usaba Cartier? Esta es la pulsera bisutería fina y la uso en forma pública y transparente. Hablaron también de un juego de collar y unos pendientes con perlas cultivadas de 70 mil dólares. Totalmente falso. Estos pendientes y este collar son de marca Unique. Lo tengo desde hace ocho años”, dijo, señalando una modesta caja.
La presidenta empleó el mismo tono para hablar de sus anillos. Sobre su silencio, culpó a su abogado y acusó a la Fiscalía de filtrar información reservada a la prensa. “Mateo Castañeda me dijo ‘primero respondamos y declaremos ante la autoridad competente y después diríjase al país’. Yo les pido a los señores fiscales que sean más prudentes y no se conviertan en una mesa de partes de la prensa tendenciosa. Que cesen las filtraciones indebidas en todos los casos”. Luego lanzó una invocación: “Les pido a todos que pasemos esta página para ocuparnos de lo que realmente importa que es la agenda nacional”. Y finalmente, agradeció al Congreso por haber rechazado dos mociones de vacancia en su contra a las que tildó de absurdas. “Basta de seguir operando con manos negras en contra del país con estas patrañas y cortinas de humo que no benefician a nadie y le hacen daño a las inversiones extranjeras”, sentenció Boluarte.
En efecto, en la víspera, el Parlamento rechazó dos mociones de vacancia en contra suya, impulsadas por la oposición. Ninguna alcanzó los votos mínimos para ser admitidas a debate. Se trata de la misma Cámara que le otorgó el voto de confianza al Gabinete del primer ministro, Gustavo Adrianzén, a pesar de guardar silencio sobre el presunto enriquecimiento ilícito que envuelve a la mandataria. La explicación podría hallarse en unas declaraciones, de febrero pasado, del excarcelado Fujimori: “El Gobierno de la presidenta Dina Boluarte va a continuar hasta el 2026, por lo menos Fuerza Popular y el fujimorismo así lo han acordado”. Fuerza Popular, el partido fundado por su hija Keiko, posee amplia mayoría en la Cámara.
La expectativa por la manifestación de la presidenta era altísima porque había rehuido del asunto. Salvo una declaración al paso, donde sostuvo que todo lo que tenía era fruto de su esfuerzo, faltó a dos diligencias fiscales, amparándose en su recargada agenda. Fue recién tras el allanamiento a su casa, en el Viernes Santo, que se vio obligada a dar un mensaje a la Nación que incrementó las dudas sobre la procedencia de sus joyas. Dudas que difícilmente se disiparon este viernes. Sencillamente, porque primero dijo que eran de “antaño” y que todas sus posesiones se debían a su trabajo, y ahora dice que fueron un “préstamo”.
La jornada comenzó muy temprano, con la llegada de Boluarte al Ministerio Público poco después de las ocho de la mañana. Toda la zona fue cercada por rejas y estuvo custodiada por un gran contingente policial. A medida que avanzó la mañana, grupos de distintas tendencias ideológicas se acercaron al lugar para demostrar su rechazo o por el contrario su apoyo hacia la presidenta Boluarte. Por un lado, un grupo clamaba a una sola voz: “La sangre derramada jamás será olvidada”, en referencia a los civiles fallecidos en las movilizaciones, mientras que en la otra esquina se escuchaba: “Dina resiste”.
Como se recuerda, Boluarte es investigada a raíz de una denuncia periodística del podcast La Encerrona. La mandataria lució por lo menos quince relojes de lujo —entre ellos un Rolex de 19.000 dólares— en diversos eventos oficiales. A ello se suman joyas que superarían los 500.000 dólares, entre ellas una pulsera de la marca Cartier, valorada en 56.000 dólares, un auto Honda comprado al contado en el 2018 y depósitos en sus cuentas por 1,1 millones (297.000 dólares) entre el 2016 y 2022. Sobre los depósitos existe un informe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) que al no encontrar sustento en dichas operaciones indica que podría tratarse de un presunto delito de lavado de activos. El premier Gustavo Adrianzén afirmó que con el testimonio de la mandataria quedaría zanjado el entripado de los Rolex. ¿Será suficiente con la palabra de la presidenta? Está por verse.