El presidente venezolano cambió el calendario de las festividades horas después de la emisión de una orden de captura contra Edmundo González y en medio de una profunda crisis política.
En una insólita declaración, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que la Navidad se celebrará el 1° de octubre de este año, adelantando la festividad en un inusual gesto de homenaje al “pueblo combativo” venezolano.
“Es septiembre y ya huele a Navidad y por eso este año, en homenaje al pueblo combativo, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar la Navidad para el 1° de octubre. Llegó la Navidad con paz, felicidad y seguridad”, proclamó Maduro durante su editorial en el programa “Con Maduro +” emitido ayer, lunes por la noche en la cadena Globo Visión.
El anuncio fue recibido con aplausos por parte de los presentes en el programa, mientras Maduro reafirmaba su intención de llevar un mensaje de paz y seguridad a los ciudadanos. Sin embargo, el inusual decreto no fue el único tema candente de la noche. El mandatario también se refirió a la situación del excandidato presidencial Edmundo González Urrutia, quien enfrenta serias acusaciones por su papel en las elecciones del 28 de julio.
El Tribunal de Primera Instancia en funciones de control a nivel nacional emitió una orden de aprehensión contra González Urrutia, luego de que este no se presentara a tres citaciones judiciales. Maduro no dudó en condenar la conducta del opositor, asegurando que “nadie en este país está por encima de las leyes y las instituciones como ha pretendido el cobarde de Edmundo González Urrutia”. Según el mandatario, el excandidato se enfrenta a cargos de usurpación de funciones, forjamiento de documentos públicos, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, sabotaje y asociación para delinquir.
Mientras la medida de adelantar la Navidad ha generado diversas reacciones en la población, el foco de atención sigue siendo el futuro de González Urrutia, quien se perfila como una figura clave en la oposición venezolana. Con ambos anuncios, Maduro deja en claro su firme postura tanto en la preservación de las festividades como en la aplicación de la justicia en Venezuela.