Las encuestas en los siete estados pendulares muestran una tendencia de apoyo a Kamala Harris en Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, mientras que Trump tiene un margen de apoyo superior en Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte
Estados Unidos celebra este martes una elección muy reñida en un país polarizado, en el que uno de los candidatos, Trump, ha agitado el fantasma del fraude electoral. Información sobre las últimas horas de estas elecciones con nuestro enviado especial a Phoenix, Alejo Schapire, y nuestro corresponsal en Washington, Cristóbal Vásquez.
Para Kamala Harris, estas elecciones son las más reñidas de la historia. Los votantes del caserío de Dixville Notch, que abrieron la jornada electoral en Estados Unidos en los primeros minutos de este martes, parecen darle la razón: ella y Trump consiguieron cada uno tres votos.
Cuatro años atrás, los residentes de Dixville Notch votaron unánimemente por el entonces candidato demócrata Joe Biden, quien se convirtió en el segundo candidato en obtener todos sus votos desde 1960, cuando comenzó la tradición de sufragar a medianoche.
Este empate en esa diminuta comunidad del estado nororiental de Nuevo Hampshire refleja la paridad de las encuestas en la carrera a la Casa Blanca. La vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano libran una batalla en una contienda excepcionalmente cerrada, con empates en la mayoría de las encuestas.
«Donald Trump y Kamala Harris hicieron sus últimos actos de campaña en Pennsylvania, Michigan y Carolina del Norte, estados pendulares que definirán esta elección en las últimas horas del lunes. Las encuestas en los siete estados pendulares muestran una tendencia de apoyo a Kamala Harris en Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, mientras que Trump tiene un margen de apoyo superior en Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte. Sin embargo, esta diferencia está en el margen de error, es decir, en torno a un 3%, lo que hace muy difícil predecir los resultados», informa Cristóbal Vásquez, corresponsal de RFI en Washington.
En estas últimas horas, nuestro enviado especial, Alejo Schapire, observa que «Trump ha endurecido el tono. Desde Carolina del Norte, amenazó a México con aplicarle aranceles del 25% si no detiene lo que llamó una embestida de criminales y drogas provenientes de México.
Trump habló ante una sala donde las 5.000 plazas estaban lejos de calmarse y se mostró con menos energía que de costumbre. El hombre de 78 años debe culminar su campaña en Michigan antes de hacer escala en Pennsylvania, el estado más codiciado por repartir 19 electores vitales para ser presidente. Por su parte, Kamala Harris decidió pasar todo el lunes en este estado clave.
En su primera parada en Scranton, invitó a sus seguidores a tocar la puerta del vecino para convencerlos. Siguió camino a Allentown, ciudad de mayoría hispana. Antes de su discurso, el alcalde local recordó que un cómico llamó ‘Isla de basura flotante’ a Puerto Rico durante un mitin de Donald Trump».
Más de 77 millones de estadounidenses ya han votado de forma anticipada o por correo, y Harris tiene una pequeña ventaja del 41% sobre el 39% de Trump. «En este voto anticipado, cabe mencionar que este 5 de noviembre también está en juego la totalidad de los asientos en la Cámara de Representantes y un tercio de los escaños del Senado, además de elecciones de gobernadores, jueces estatales y alcaldes de ciudades importantes», recuerda Vásquez.
El obstáculo de un Congreso sin mayorías
«Kamala Harris y Donald Trump han prometido muchas cosas en esta campaña, pero para cumplir no bastará con tener las llaves de la Casa Blanca», advierte a este respecto Alejo Schapire desde Phoenix, Arizona. «Un Congreso sin mayorías puede entorpecer los planes presidenciales. Por eso, también hay que ver cómo se vota hoy en las legislativas.
La Cámara de Representantes, hoy dominada por los republicanos, se renueva por completo. El Senado, con mayoría demócrata por un margen mínimo, pone a votación un tercio de sus escaños y allí sus rivales son favoritos. También se vota por gobernador en 11 estados.
A esto hay que agregarle los referendos locales sobre proposiciones, como si el Estado debe garantizar el derecho al aborto o convertir en crimen el ingreso ilegal a Estados Unidos. Por ejemplo, en Arizona se vota sobre estas dos proposiciones».
Nunca hasta ahora Estados Unidos había tenido que elegir entre dos candidatos tan distantes entre sí.