
La fiesta de San Juan se celebra en Bolivia cada 24 de junio y es una tradición profundamente arraigada en la cultura popular. Aunque tiene raíces religiosas, en Bolivia ha tomado características muy particulares que combinan lo espiritual, lo festivo y lo ancestral.
¿Por qué se celebra San Juan en Bolivia?
- Origen religioso:
- San Juan es una festividad cristiana que conmemora el nacimiento de San Juan Bautista, el profeta que según la Biblia bautizó a Jesús en el río Jordán.
- La Iglesia Católica celebra este nacimiento el 24 de junio, y en Bolivia, como en muchos países latinoamericanos, esta fecha fue adoptada durante la época colonial.
- Relación con el solsticio de invierno:
- En el hemisferio sur, el 24 de junio está cerca del solsticio de invierno (21 de junio), la noche más fría y más larga del año.
- Los pueblos originarios andinos ya celebraban rituales alrededor de esta fecha para honrar al sol y pedir el retorno del calor y la fertilidad de la tierra.
- La celebración cristiana de San Juan se fusionó con estas creencias ancestrales.
- Fuego como símbolo central:
- Tradicionalmente se encendían fogatas para combatir el frío, purificarse y alejar los malos espíritus.
- Las fogatas también representaban una forma de renovación espiritual y esperanza.
- Costumbres populares:
- Hasta hace unos años, era común hacer fogatas, quemar muebles viejos y saltar sobre el fuego.
- Se consumen platos típicos como el «pan de San Juan», salchichas, leche caliente con alcohol y otros alimentos típicos de invierno.
- Algunas personas aún realizan ritos mágicos o supersticiosos, como caminar descalzos sobre brasas o consultar su suerte.
- Actualidad y regulaciones:
- Debido a los problemas ambientales y de contaminación por humo, muchas alcaldías han prohibido las fogatas y el uso de petardos en San Juan.
- Ahora se promueve una celebración más ecológica y familiar, con actividades culturales, música y comidas típicas.
En resumen:
San Juan en Bolivia es una mezcla de religión, tradición indígena y fiesta popular. Aunque ha cambiado con el tiempo, sigue siendo una noche simbólica para reflexionar, compartir y celebrar la vida, especialmente en el corazón del invierno andino.