El primer ministro de Haití, Ariel Henry, anunció su dimisión en medio de una grave crisis de violencia que azota al país desde hace semanas, con ataques altamente coordinados por parte de pandillas contra las fuerzas del orden y las instituciones estatales.
En los últimos días, grupos armados quemaron comisarías de policía y liberaron a miles de reclusos de dos prisiones, en lo que un líder de una pandilla describió como un intento de derrocar al Gobierno del primer ministro, Ariel Henry.
Según cifras de la ONU, en la actualidad las pandillas controlan el 80% de Puerto Príncipe.
Las pandillas están estrangulando a la capital de Haití
Información exclusiva de inteligencia obtenida por CNN muestra las áreas de Puerto Príncipe que ahora controlan las pandillas y su peligrosa proximidad al puerto internacional, el aeropuerto, la Embajada de Estados Unidos y las principales carreteras de Haití.
La ola de violencia estalló mientras Henry estaba en Kenya, donde firmó un acuerdo que respaldaba una misión liderada por ese país para desplegar de 1.000 agentes de policía en Haití con el fin de restaurar la seguridad en la isla.
Sin embargo, la violencia no es nueva para ese lado de la pequeña isla que comparte territorio con República Dominicana sobre el mar Caribe. Desde el asesinato del expresidente Jovenel Moïse en 2021, Haití se ha visto azotado por oleadas de delincuencia y disturbios. Henry se ha esforzado por contener la violencia, que es también un importante impedimento para la celebración de las cruciales elecciones que llevan tanto tiempo aplazadas, aunque sin éxito.
La ONU a publicado en enero estableció que en 2023 el número de homicidios denunciados en el país aumentó un 119,4% en relación al año anterior. Ese año hubo 4.789 víctimas de homicidio, entre ellas 465 mujeres, 93 niños y 48 niñas. Solo en 2023, 8.081 personas fueron víctimas de la violencia de las pandillas, incluidas muertes, heridas o secuestros, según muestran datos de la ONU.