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Riesgo país para invertir en Bolivia creció un 635% en solo cinco años
El lunes, la calificadora JP Morgan publicó su informe, donde Bolivia se afianza en el segundo lugar, con 2.024 puntos. Venezuela lidera el ranking, con 18.134 puntos. Advierten que la tendencia continuará
l 17 de febrero, el Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), calculado por el banco estadounidense JP Morgan, dio cuenta que Bolivia se consolida como la segunda economía con mayor riesgo para realizar inversiones, solo superada por Venezuela.
El índice dice que Bolivia tiene 2.024 puntos, mientras que Venezuela cuenta 18.134 puntos. El tercero, Ecuador, ostenta 1.319 puntos, un 65% menos que el puntaje boliviano. Argentina, que hasta noviembre del año pasado ostentaba el segundo riesgo país más alto del continente, ahora cuenta con 696 puntos y continúa descendiendo.
El analista y presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, destacó que hace exactamente cinco años (2020), el riesgo país de Bolivia era “de apenas” 275 puntos, y durante este periodo, hasta la fecha, creció en un 635%.
“A partir del 15 de marzo de 2023, nuestro indicador superó la barrera de los mil puntos, con un riesgo país de 1.033 puntos, lo cual coincide con el de la crisis cambiaria, que tuvo como consecuencias la escasez e iliquidez de dólares en el sector público y privado nacional, como su precio elevado en el mercado paralelo”, apuntó el economista.
Resaltó que Bolivia no siempre tuvo un riesgo país tan elevado, inclusive llegó a tener menos de 100 puntos de índice EMBI. “Pero desde el 2023, por problemas de solvencia y liquidez (principalmente divisas) en el Gobierno nacional, erosionó este indicador, y la confianza en el repago de nuestra deuda externa pública, bajó un marco de mucha incertidumbre económica y política”, agregó.
Romero recordó que en 2024 la economía boliviana comenzó con un riesgo país de 2.121 puntos. El registro más bajo de esa gestión fue de 1.701 puntos, el 5 de marzo; posteriormente el indicador estuvo relativamente estable, hasta el 26 de junio, cuando ocurrió “el fallido golpe de Estado” y al día siguiente comenzó a ascender (2.082 puntos), hasta llegar a un tope de 2.318 puntos, el 10 de septiembre. “Luego hubo una relativa tendencia a bajar, pero a fines de noviembre, nuevamente superó los 2.000 puntos, hasta el 31 de diciembre, cuando se concluyó el 2024 con un riesgo país de 2.087 puntos”, detalló.
Los riesgos que se miden
El economista Roger Banegas, explicó que el EMBI actúa como un indicador aproximado (proxy), dado que no existe una medición oficial de este riesgo global en Bolivia, mismo que usualmente está compuesto por tres factores: riesgo económico, riesgo financiero y riesgo político. “En contraposición, a través del EMBI, los inversionistas pueden estimar la tasa mínima que deberían exigir para adquirir bonos de un país en particular, comparándola con el rendimiento libre de riesgo, representado por los bonos del Tesoro de EE.UU”, explicó.
Citó, por ejemplo, al 18 de febrero de 2025, si la tasa de los bonos del Tesoro de EEUU fue del 4,54% y la de los bonos de Bolivia fue del 20,21%; luego entonces, la tasa mínima requerida por los inversionistas sería del 24,75%. “Este elevado diferencial reflejaría las dificultades del Estado boliviano para obtener financiamiento en los mercados internacionales, una situación aún más adversa para las corporaciones y entidades financieras del país”, señaló.
Al mismo tiempo, lamentó que entre febrero y marzo de 2023, se produjo un punto de inflexión cuando el Banco Central de Bolivia (BCB) dejó de publicar información estadística sobre las reservas internacionales, lo que marcó el inicio de una crisis de escasez de divisas y un deterioro en la balanza de pagos. “Como consecuencia, el spread EMBI se disparó del 7% al 15% y, posteriormente, ha fluctuado por encima del 20%”, subrayó.
Por su parte, el doctor en Economía, Antonio Saravia, advirtió que Bolivia continuará escalando el ranking de riesgo país, debido a los problemas fundamentales de la economía, que no van a mejorar. “No hay visos de que esto vaya a mejorar, sobre todo ahora que el Gobierno va a querer mostrar que la economía sobrevive, pero con más de 2.000 puntos (EMBI), el país se quiere endeudar, le va costar, por lo menos, un 25% en tasa de interés, lo cual es completamente prohibitivo. Y estas son las consecuencias de haber destrozado la economía durante dos décadas”, apuntó.
Remarcó que el único recurso que está adoptando el Gobierno es imprimir más dinero, lo que genera inflación y devaluación. “Los dos procesos, devaluación e inflación, son el resultado de la misma cosa, que el Banco Central está imprimiendo dinero. Entonces cuando JP Morgan ve esto y dice, bueno, estos señores no tienen plata, llevan 11 años de déficit fiscal, no tienen de dónde sacar para pagar por combustibles, prohíben las exportaciones y al que quiera prestar plata a esa economía yo le recomiendo que no lo haga”, indicó.
Impacto social
El presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Jorge Akamine, advirtió el impacto social de este tipo de calificaciones, debido a la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN). “No nos olvidemos que el pago de deuda está vinculado a tener dólares. No podemos pagar en otra moneda. También, el subsidio y la importación de combustible, por parte del Estado, es en dólares”.
En ese sentido, estimó que la calificación se enmarca en el análisis de variables como el decrecimiento del PIB, el incremento de la deuda y el tema del acceso a dólares. “Lo que me sorprende es el tema de la suspensión de exportaciones. Entendería, que el Gobierno ha conseguido la aprobación de un crédito y estaría consiguiendo dólares para no estar desesperado por los dólares de los exportadores”, consideró